Guía para Técnicos Sanitarios: Cómo Manejar los Equipos de Protección Personal (EPP) de Manera Eficiente y Segura.

Guía para Técnicos Sanitarios: Cómo Manejar los Equipos de Protección Personal (EPP) de Manera Eficiente

¿Qué es el Equipo de Protección Personal y por qué es crucial?

En el ámbito sanitario, los Equipos de Protección Personal (EPP) son esenciales para salvar la salud y seguridad de los profesionales. El uso correcto de estos equipos no solo protege al personal de posibles infecciones y contaminaciones, sino que también garantiza la seguridad de los pacientes. En este artículo, vamos a explorar las mejores prácticas para el manejo eficiente del EPP en el entorno de trabajo de los Técnicos Sanitarios.

Los EPP comprenden una variedad de equipos diseñados para proteger a los profesionales sanitarios de riesgos laborales, como la exposición a agentes biológicos (virus, bacterias), sustancias químicas o partículas peligrosas. Algunos de los componentes más comunes son:

  • Mascarillas y respiradores (FFP2, FFP3, N95)
  • Guantes (látex, nitrilo)
  • Batas y monos de protección (desechables o reutilizables)
  • Gafas protectoras o pantallas faciales
  • Calzado de seguridad y calzas o cubre zapatos.

El uso correcto de estos elementos es clave para prevenir infecciones cruzadas, sobre todo en áreas de alto riesgo como laboratorios, salas de aislamiento o emergencias sanitarias.

SELECCIÓN ADECUADA DEL EQUIPO DE PROTECCIÓN PERSONAL SEGÚN EL ENTORNO

Es fundamental que los técnicos sanitarios seleccionen el tipo adecuado de EPP según el riesgo al que se exponen. No todos los equipos son necesarios en cada situación. Por ejemplo:

  • En laboratorios de análisis clínicos , el uso de guantes, gafas protectoras y batas es primordial, pero una mascarilla de alto nivel (FFP3) solo sería necesaria en casos donde se manejen muestras de enfermedades altamente infecciosas.
  • En el caso de los técnicos de radiología , la exposición a radiación requiere adicionales como delantales plomados, que se suman al uso de EPP medidas básicas para evitar infecciones.
  • Para los Técnicos en Cuidados Auxiliares de Enfermería y otros profesionales sanitarios que guarden contacto estrecho con pacientes portadores de enfermedades infectocontagiosas, el uso adecuado de los equipos de protección individual según la patología del paciente y el medio de propagación de la enfermedad, también es absolutamente fundamental.

PONTE Y QUÍTATE EL EPP DE MANERA CORRECTA

Un error común es pensar que solo el uso del EPP garantiza la protección. Sin embargo, la colocación y retirada incorrectas pueden llevar a una autoinfección o contaminación cruzada. Sigue estos pasos básicos:

El orden correcto para ponerse el equipo de protección personal (EPP) para un técnico sanitario, de acuerdo con las recomendaciones internacionales (como las de la OMS), es el siguiente:

1. Higiene de manos: Lavarse las manos con agua y jabón o usar un gel desinfectante a base de alcohol.

2. Bata o traje protector: Ponerse la bata o el traje de protección, asegurándose de que cubra completamente el torso y se ajuste bien en cuello y muñecas.

3. Mascarilla: Colocar la mascarilla, preferiblemente una N95 o FFP2/FFP3 si se va a estar expuesto a aerosoles. Ajustarla para que cubra bien la nariz y la boca, y asegurar que no haya espacios entre la piel y el borde de la mascarilla.

4. Gafas protectoras o pantalla facial: Colocarse las gafas de protección o la pantalla facial para proteger los ojos de salpicaduras.

5. Guantes: Ponerse los guantes, asegurándose de que cubran completamente los puños de la bata para que no quede piel expuesta. Es importante seguir estos pasos de forma correcta y cuidadosa para minimizar el riesgo de contaminación y asegurar una protección adecuada.

El orden correcto para quitarse el equipo de protección personal (EPP) es crucial para evitar la autoinfección o la contaminación, y debe realizarse de manera cuidadosa. Aquí está el orden recomendado:

1. Guantes: Retíralos primero, ya que suelen estar más contaminados. Usa la técnica adecuada (pellizcar uno de los guantes desde la parte externa para quitarlo y luego meter los dedos en el interior del otro guante para sacarlo sin tocar la parte externa). Deséchalos inmediatamente en un contenedor adecuado.

2. Bata o traje protector: Desabróchala desde atrás, tocando solo el interior de la bata, y retírala lentamente hacia adelante. Evita que la parte exterior toque tu ropa o piel. Enróllala con la parte interna hacia afuera y deséchala adecuadamente.

3. Higiene de manos: Lava tus manos con agua y jabón o utiliza desinfectante de manos a base de alcohol después de quitarte la bata y guantes.

4. Gafas o pantalla facial: Quita las gafas o pantalla agarrándolas de la parte trasera de las cintas, evitando tocar la parte delantera que puede estar contaminada. Colócalas en un contenedor o zona de desinfección si son reutilizables.

5. Mascarilla: Quita la mascarilla agarrándola por las cintas traseras (sin tocar la parte delantera). Deséchala adecuadamente.

6. Higiene de manos nuevamente: Lava las manos con agua y jabón o usa desinfectante a base de alcohol.

Este protocolo ayuda a minimizar el riesgo de contaminación durante el proceso de retiro del EPP.

MANTENIMIENTO Y ALMACENAMIENTO ADECUADOS

El almacenamiento inadecuado del EPP puede comprometer su eficacia. Sigue estas recomendaciones:

  • Guardado en espacios limpios y secos: Evite áreas expuestas a la luz solar directa o temperaturas extremas. Los guantes y las mascarillas, por ejemplo, pueden verse comprometidos si están expuestos a condiciones inadecuadas.
  • Revisión periódica: Antes de utilizar cualquier equipo, revise que no presente daños, rasgaduras o contaminación visible.
  • Descarte seguro: Asegúrese de que los EPP desechables, como guantes y mascarillas, se eliminen de manera adecuada, siguiendo los protocolos de residuos biológicos peligrosos. Esto evita la propagación de contaminantes y protege al personal de limpieza y otros compañeros.

CONCLUSIÓN

El manejo eficiente del EPP es una responsabilidad clave para los técnicos sanitarios, no solo para protegerse a sí mismos, sino también para salvar a los pacientes y otros compañeros de trabajo. Seguir los protocolos adecuados, asegurarse de la correcta selección, colocación y retiro del equipo, así como mantener una formación constante, son pasos esenciales para garantizar un entorno de trabajo seguro y eficiente.

¡Esperamos que esta entrada os resulte de utilidad y como repaso, para que ante la duda, sepamos como actuar! 🙂

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