Hablar de la etapa final de la vida nunca es sencillo. Sin embargo, como técnicos sanitarios debemos comprender los conceptos de eutanasia, distanasia y ortotanasia, ya que forman parte de la atención a pacientes terminales.
En esta master class exploraremos estos términos de manera clara, cercana y dinámica. Nuestro objetivo será no solo aprender su definición, sino también reflexionar sobre la importancia de respetar la dignidad del paciente en el proceso de morir.
¿Qué es la eutanasia?
La palabra proviene del griego y significa “buena muerte”. Consiste en provocar intencionadamente la muerte de un paciente, con su consentimiento, para evitar un sufrimiento intolerable.
- El objetivo es aliviar el dolor cuando ya no hay tratamiento curativo posible.
- Está regulada legalmente en algunos países, con protocolos específicos.
Tipos de eutanasia:
- Activa: se administra de manera directa un fármaco u otro medio para provocar la muerte del paciente.
- Pasiva: consiste en retirar o no iniciar tratamientos médicos que solo prolongan la vida sin esperanza de curación.
- Voluntaria: cuando el propio paciente lo solicita de forma consciente y libre.
- Involuntaria: cuando se realiza sin el consentimiento expreso del paciente (no está permitida por cuestiones éticas y legales).
¿Qué entendemos por distanasia?
La distanasia se conoce también como “ensañamiento terapéutico”.
Se produce cuando se prolonga la vida de un paciente terminal de forma artificial, aplicando tratamientos desproporcionados que no mejoran su calidad de vida.
Lejos de aliviar, muchas veces aumenta el sufrimiento del paciente y de su familia.
El equilibrio de la ortotanasia
La ortotanasia se considera la vía más humana y respetuosa.
Consiste en permitir que la enfermedad siga su curso natural, evitando tratamientos innecesarios, pero asegurando cuidados paliativos para aliviar dolor y sufrimiento.
No busca adelantar la muerte, tampoco prolongarla artificialmente. Se centra en la dignidad, el acompañamiento y el confort del paciente.
Derechos del paciente terminal
Los pacientes en situación terminal tienen derechos que deben ser respetados por todo el equipo sanitario. Entre ellos:
- Derecho a recibir cuidados paliativos integrales.
- Derecho a la información clara y veraz sobre su enfermedad y opciones de tratamiento.
- Derecho a decidir libremente sobre los tratamientos que desea o no recibir.
- Derecho a morir con dignidad, evitando sufrimientos innecesarios.
- Derecho al acompañamiento de sus seres queridos.
- Derecho al respeto de sus valores, creencias y voluntades anticipadas.
Conclusión
Como técnicos sanitarios, nuestro papel no es solo técnico: es profundamente humano. Comprender la diferencia entre eutanasia, distanasia y ortotanasia nos permite ofrecer cuidados con respeto, empatía y ética profesional.
En la atención al paciente terminal, cada decisión debe estar guiada por la dignidad y los derechos del paciente, nunca por el mero automatismo de aplicar procedimientos.
Porque no se trata solo de prolongar la vida, sino de darle calidad hasta el último instante.