La Escala Analgésica de la OMS no es solo una guía médica. Es una herramienta fundamental para asegurar un tratamiento eficaz del dolor. Todo técnico sanitario debe conocerla, entenderla y saber cómo se aplica. Su correcta utilización mejora la calidad de vida del paciente y optimiza los cuidados asistenciales.
💡 ¿QUÉ ES LA ESCALA ANALGÉSICA DE LA OMS?
Esta escala fue desarrollada por la Organización Mundial de la Salud con un propósito claro: tratar el dolor de forma escalonada. Se aplica especialmente en pacientes con enfermedades crónicas, oncológicas o en cuidados paliativos.
Objetivo principal: controlar el dolor progresivamente, desde medidas más leves hasta opciones más potentes si el dolor persiste.
LOS 3 ESCALONES DE LA ESCALA ANALGÉSICA
Aquí te mostramos una infografía resumida para que puedas identificar cada nivel fácilmente 👇
Escalón 1: Dolor leve
Fármacos no opioides
Paracetamol, ibuprofeno, metamizol
Se puede asociar con coadyuvantes (antiepilépticos, antidepresivos)
Escalón 2: Dolor moderado
Opioides débiles + no opioides
Tramadol, codeína
Combinados con escalón 1 para potenciar el efecto
Y por último… Escalón 3: Dolor intenso o severo
Opioides potentes
Morfina, fentanilo, oxicodona
Asociados a escalón 1 y coadyuvantes para control integral
📌 Regla de oro: “Por la escalera, por el paciente y por el reloj”
➡️ Se administra según la intensidad del dolor, de forma individualizada y a intervalos regulares.
🤔 ¿POR QUÉ ES IMPORTANTE QUE LOS TÉCNICOS SANITARIOS LA CONOZCAN?
- Permite valorar correctamente el dolor del paciente desde el primer contacto.
- Facilita una comunicación eficaz con enfermería y medicina.
- Mejora la colaboración en la administración segura de analgesia.
- Contribuye a evitar errores en la selección de tratamientos.
- Refuerza el rol activo del técnico en la humanización del cuidado.
🧠 Además, un técnico formado en esta escala es un aliado estratégico en unidades como cuidados paliativos, urgencias, oncología o cirugía.
¿CÓMO APLICARLA EN LA PRÁCTICA DIARIA?
- Observa signos de dolor (verbalización, gestos, posición).
- Comunica al equipo si el dolor no cede con el tratamiento.
- Registra la evolución y respuesta del paciente al fármaco.
- Asegura el cumplimiento del horario de analgesia.
- Aplica medidas no farmacológicas complementarias (calor, relajación, compañía).
📍 La escala no sustituye al juicio clínico, pero sí lo guía y respalda. Por eso, es vital conocerla y aplicarla con criterio.
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